Agencia ADN-Celam|Tapachula
Jean “N” era haitiano. Murió por broncoaspiración el 27 de enero en la estación migratoria Siglo XXI, ubicada en Tapachula, en el estado de Chiapas – México.
Al parecer los agentes migratorios se percataron de que no respondía a los llamados y pidieron la intervención del médico de turno. Esa es la versión oficial, una explicación que no resulta suficiente, ni convincente para aclarar las circunstancias y causas del deceso.
“La muerte de Jean N no es un hecho aislado”, denuncian más de diez organizaciones civiles y eclesiásticas cuya misión es el servicio a los migrantes. Es un hecho que se suma a la larga lista de personas migrantes que encontraron la muerte al interior de las estaciones migratorias de México.
Una investigación imparcial
“Hemos documentado y denunciado que se les priva de la libertad y se les somete a condiciones de hacinamiento, insalubridad, falta de servicios médicos, alimentación precarizada, malos tratos físicos y psicológicos, abusos sexuales”, afirman en un pronunciamiento, conscientes de que en su conjunto se trata de un entorno tortuoso para cualquier persona.
Como si fuera poco, afirman que estos espacios de detención están marcados por un fuerte racismo estructural que afecta en forma desproporcionada a las “personas racializadas” particularmente, la gente negra o procedente del Caribe.
“Exigimos al Estado mexicano que garantice una investigación pronta, exhaustiva e imparcial en el caso de la muerte de Jean ‘N’ y de todas las personas migrantes fallecidas en las estaciones migratorias”. Es la petición de las organizaciones que aclaran la imperiosa necesidad de sancionar a los responsables materiales e intelectuales, sin evadir la reparación integral de las familias de las víctimas.
“Ni una muerte más en las estaciones migratorias» es el clamor de las organizaciones. Demandamos el cierre inmediato y definitivo de las estaciones migratorias y el fin de la política de detención migratoria en México, que atenta contra la dignidad y los derechos humanos de las personas en condición de movilidad”, declaran.
Desesperación y sufrimiento
No es la primera vez que las organizaciones levantan su voz contra las condiciones inhumanas y torturantes de las estaciones migratorias. “Desde diversos espacios de la sociedad civil hemos documentado casos de motines, protestas, autolesiones y suicidios en las estaciones migratorias, lo que evidencia el grado de desesperación y sufrimiento que viven las personas en detención migratoria”.
En noviembre de 2023, murió una persona de nacionalidad cubana mientras era trasladada de la estación migratoria siglo XXI al hospital Cofat, sin que hasta ahora se hayan establecido las responsabilidades correspondientes.
En 2021, la Comisión Nacional de Derechos Humanos hizo una serie de recomendaciones al Instituto Nacional de Migración tras la muerte de una persona de nacionalidad haitiana y otra de Ghana que estaban en custodia de la Estación Siglo XXI en los meses de junio y octubre de 2019, respectivamente.
Centros de detención ilegales
Se une a esta problemática el uso de eufemismos por parte del Estado mexicano al referirse a las estaciones migratorias como “albergues” o “estancias de alojamiento”, cuando en realidad son centros de detención arbitrarios e ilegales, que según advierten las organizaciones de forma permanente “violan el derecho a la libertad personal, el principio a la no devolución, el derecho a solicitar y recibir asilo, el derecho a la vida”.
Frente al pronunciamiento se esperan además de medidas prácticas, reflexiones sobre la política migratoria en el país que generen cambios e investigaciones claras que no dejen la impunidad las muertes de estas personas que transitaban por su territorio, huyendo de graves problemáticas en sus países de origen y que nunca pensaron que el sueño se convertiría en una pesadilla de la que no saldrían vivos para contar o reconstruir la vida que anhelaban mejorar.
El pronunciamiento de la organizaciones y redes aparece firmado por el colectivo de Monitoreo Frontera Sur, la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos, la Red Jesuita con Migrantes en México, el grupo de Trabajo sobre Política Migratoria, la Red Regional de Protección Asylum de México, el Centro por Justicia y el Derecho Internacional, el Colectivo contra la Tortura y la Impunidad, la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Tuxtla, la Cáritas de Tuxtla Gutiérrez en Chiapas y la Mesa de Coordinación Transfronteriza de Migraciones y Género, entre otras.