Comunicado|Tuxtla Gutiérrez
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, se presentó el libro “Trecientas hormigas” de la escritora, intérprete y traductora, Juana María Ruiz Ortiz, en las instalaciones de la Librería del Fondo de Cultura Económica, “José Emilio Pacheco”.
Esta obra presenta la historia de vida de la autora, donde muestra la discriminación y violencia que sufrió en su comunidad por el hecho de ser mujer; además del nivel de esfuerzo y voluntad que realizó al huir de su comunidad, San Pedro Chenalhó y buscar así una vida mejor.
Por ser mujer no somos bienvenidas en la comunidad, ni con nuestros padres, nosotros no somos herederas de la tierra, del caballo, de las mulas, de las vacas, los varones son quienes son bienvenidos, afirmó la autora, Juana María Ruiz Ortiz.
La escritora, intérprete y traductora, comentó que las mujeres no son bienvenidas porque no tienen el poder del hombre, “pero yo les demostré que podía trabajar como ellos”, subrayó.
“Tenemos derecho a ser tomadas en cuenta, no podemos quedarnos solas debajo de un puente o debajo de un árbol, debemos tener derecho a ser propietarias de nuestras cosas”, externó.
Asimismo, la estudiante de la Licenciatura en Derechos Humanos, de la Universidad Virtual de la UNACH, Petrona Guadalupe Méndez Jiménez, comentó que para ella y muchas jóvenes, Juana María ha sido fuente de inspiración y apoyo para buscar su superación personal.
De la misma forma, la investigadora y docente de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, Marla Daniela Rivera Moya, indicó que este tipo de espacios abonan al empoderamiento de las mujeres, dado que aun cuando son asuntos que se sabe que existen, si no son visibilizados, no son tomados en cuenta.
En este marco, el rector Carlos Faustino Natarén Nandayapa, refirió que para la UNACH este tema es especialmente importante, por lo que desde el punto de vista institucional se han trabajado distintas iniciativas, como es el Consejo para la Inclusión de Mujeres Indígenas, las comisiones de género de las distintas unidades académicas y la defensoría de los derechos humanos y universitarios, entre otros.
“Todas y todos estamos convencidos de que las cosas tienen que cambiar, por ello cada uno de nosotros debe hacer su parte para generar el cambio; debemos de hacer más cosas que nos ayuden a romper con estás barreras reales para poder ir transformando a la universidad”, acotó.
