Rodrigo González|Tuxtla Gutiérrez
Este jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador evidenció el influyentismo que se mantiene en el sector salud, lo que sigue generando un fuerte gasto para la hacienda pública por el subarrendamiento de hospitales.
Desde la acostumbrada conferencia de prensa, López Obrador informó que el gobierno federal paga 5 mil 651 millones de pesos anuales por nueve hospitales del IMSS, el Issste y la Secretaría de Salud construidos bajo el esquema de asociaciones público-privadas con contratos que se concretaron durante los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
En ese marco, el ejecutivo Federal explicó que el gobierno adeuda más de 98 mil millones de pesos por estos contratos, debido al esquema por el que fueron construidos estos hospitales, lo que calificó como “un buen negocio para estos empresarios, pero muy malo para los mexicanos, porque se paga muchísimo”.
En ese sentido, el mandatario insistió en que se está buscando que el gobierno le compre los nosocomios a los empresarios que fueron contratados por administraciones anteriores, con el fin de disminuir la carga presupuestaria que su operación significa para la hacienda pública, que, por su alto costo, ha sido calificada por López Obrador como “un robo”.
El presidente de la República señaló que con lo que se paga anualmente por la operación de estos hospitales, que tienen entre 66 y 451 camas cada uno, se podrían construir tres nosocomios de las mismas características.
“Vendimos el avión presidencial y con ello vamos a hacer dos hospitales grandes, en la cuenca del Papaloapan y Tuxtepec, por mil, mil 200 millones de pesos por cada uno de ellos”, expuso.
Añadió que en total son doce hospitales los que operan bajo este esquema y dijo que ya se ha establecido contacto con algunos de los empresarios y que han aceptado que se proceda de la compra. Sin embargo, dijo que aún deben hacerse los avalúos correspondientes para calcular cuánto se les ofrecerá.
“Ahora estamos viendo cómo revisamos contratos o de plano adquirimos, compramos 12 hospitales que hicieron empresas y le rentan al gobierno el servicio, pero son hospitales hechos por empresas y se les paga anualmente por el servicio.
López Obrador aseguró que detrás de este tipo de contratos “están metidos los de la llamada clase política, los de arriba, puro influyentismo”.
Aseguró que, si el régimen corrupto regresara a gobernar México, “no saldríamos como país, porque lo que más daña es esto, la corrupción”.
“Si regresan los corruptos, ¿qué esperanza queda para los mexicanos y para las nuevas generaciones?”, cuestionó.