Rodrigo González|Ciudad de México
Ayer, desde la mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador criticó el actuar de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre la resolución del Plan B, al que calificó de “invasión” a las funciones del Poder Legislativo.
López Obrador fue claro al señalar que la SCJN ni siquiera revise el fondo de la reforma electoral, sino que se limita a revisar las formas.
En el marco de la acostumbrada conferencia, el ejecutivo Federal no se detuvo en volver a señalar a la Corte como un supremo poder conservador en defensa de la minoría conservadora, «está argumentando que la ley no se discutió en el Congreso, cuando sí se discutió y además el bloque conservador no quiso ni siquiera participar en nada, pues por eso van a anular la ley electoral».
Para López Obrador es un asunto de forma, pero la forma es fondo cuando se trata de intromisiones de un poder a otro porque entonces todas las leyes que se aprueben si se impugnan porque no se discutieron bien, aunque exista un reglamento en el Congreso y se apegue ese reglamento, los del supremo poder conservador anulan las leyes.
Por eso, insistió en que enviará una iniciativa de reforma para que los ministros de la Corte sean electos por los ciudadanos.
En otro orden, dijo que en su reciente reunión con consejeros del Instituto Nacional Electoral hizo énfasis en que se eliminen todos los obstáculos para que los migrantes que residen fuera del país puedan votar facilitándole al máximo ejercer ese derecho, incluso que se haga de manera electrónica.