Agencia Excélsior|Ciudad de México
Este jueves se estrenó la nueva película del director y guionista Guillermo del Toro, llamada El callejón de las almas perdidas, en la Cineteca de la Universidad de Guadalajara.
Al finalizar la película, en la que se muestra cómo eran las ferias de los años 40, Guillermo del Toro, en una charla vía Zoom con el caricaturista e historietista Trino Camacho, indicó que en este largometraje comenzó a dejar un poco de lado las cosas que antes lo protegían como el ingenio visual, los monstruos, pero no significa que ya no vayan a volver en sus películas
“Después de esta película viene Pinocho, después viene una de monstruos otra vez, no se trata de un cambio permanente, pero sí me ha dado curiosidad hacer algo diferente con cada película”, señaló.
Destacó que El callejón de las almas perdidas es un drama en el que las atmósferas son muy elaboradas, casi fantásticas y el elemento de la avaricia, la sexualidad y el engaño son cosas que han ido evolucionando de sus demás trabajos.
Mencionó que la película está hecha como una cinta de cine clásico en ciertas partes, pero temáticamente y a nivel de poder es más arriesgada y es mucho más liberador, además que siempre quiso hacer cine negro y cine de terror.
“Es un cine que me atrajo desde muy chico”, manifestó-
Añadió que le gustaría continuar por el cine negro y de terror, pero lo que viene inmediatamente es Pinocho y después otro proyecto grande del que no pudo revelar mayores detalles.
Resaltó que siempre usa storyboards, pero fue diferente gracias a los actores.
“Es una película que realmente empecé a disfrutar enormemente no filmarla solo en cachitos que es lo que normalmente hacía, dije está no la voy a editar en cámara vamos a ver qué pasa con ellos y el trabajo de cámara me cambió la vida, porque es abrirle el espacio a los actores”.